Expenews

Hola a todos! Aquí estamos nuevamente en nuestro campamento base secando y secando ropa y zapatos.
Les contamos que el martes 22 el tiempo siguió muy malo, así que lo capeamos en la carpita.
Nuestra rutina ha sido de levantarse a las 5:30 h a ver si se nos viene un día espectacular, si no es así hechamos otra miradita al tiempo a las 6:30 h a ver si se puede salir.
Ayer miércoles, a la madrugada ya nos dimos cuenta de que no teniamos cielo azul, a las 6:30 h, si bien las nuebes estaban bajas y la visibilidad era mala, la ausencia de lluvia nos motivo a salir.
Una vez superado el primer glaciar, las nubes bajaron mas y más, comenzo a llover y comenzamos a imaginar que la cosa no venia muy buena, sin embargo un huemul que nos cruzamos en el camino no nos dijo nada...
Mas arriba, la visibilidad era casi nula, así que nos iba a ser muy dificil encontrar la cumbre del Reclus, e imposible corroborar que esa fuera realmente la cumbre, además que nos es de mucho interés tener buena visibilidad para poder observar en detalle este Volcán.
De este modo decidimos cambiar nuestro objetivo, por otra cumbre de este macizo volcánico, un poco más al Oeste de la principal, la que parece ser los restos de otro centro eruptivo más antiguo.
La ascención no fue nada fácil, lluvia constante, viento, frio, niebla y un terreno escarpado y resbaloso defendían esta montaña que domina la cabecera del fiordo Amalia.
Muy felices alcanzamos la cumbre a las 13:00 h, tratando de armar a pedazos el majestuoso paisaje que nos rodeaba, el que las nubes nos revelaban "de a gotitas".
Tras abrazos, fotos, muestras de roca y mucho frio, emprendimos el regreso, el que fue marcado por un particularmente gélido cruce de rio (por décima vez...) luego del cual llegamos a nuestro campamento, solo minutos antes del arribo de la noche.
Tras conversas y debates decidimos nombrar esta cumbre que tuvimos la suerte de subir por primera vez, como Cerro Mimí, en honor a la esposa del Capitán Constantino Kochifas, que generosamente nos permitió alcanzar este bello lugar y nos prestó las cucharas que habíamos olvidado.

Hoy nuevamente son las nubes las dueñas de las montañas, por lo que descansaremos en el campamento, donde aún nos queda mucho por secar para estar en condición óptima para un nuevo intento.

Muchas gracias a todos por sus mensajes. Esperamos más...

Hasta luego